Te odio. Lo digo con la unción enorme
con que te dije te amo.
Pasaste de un extremo al otro extremo,
sin transición , de un salto.
Ayer no más te amé y hoy te aborrezco
y apenas he cambiado.
Siempre sueño contigo por las noches
con hondo sobresalto.
Siempre y sin darme cuenta, me detengo
muda, ante tu retrato.
Siempre que miro un árbol en las tardes
es que te estoy mirando,
Siempre que no respondo a una pregunta
es que en ti me distraigo,
y siempre que se nubla en mi vida
y que quiero morir, estoy pensando
en aquel roce silencioso y último
de tu mano y mi mano ...
Todo es igual, pero antes amor era
y ahora es odio en cambio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario